Siete Gurus
Por Mamen Infante Harper’s Bazaar España
Qué hace: Es el mago de los cepillos, nadie peina como él. Hace del cabello una auténtica escultura.
Cómo ha llegado hasta ahí: A los 16 años dejó el colegio sin ninguna vocación a la vista, empezó como aprendiz en una peluquería sintiendo cero atracción por esa profesión que le cambiaría la vida. Ocurrió estando un día en el salón que había cerca de la playa, en Marsella (Francia), cuando un equipo de una revista de moda entró en la peluquería pidiendo ayuda para una sesión de fotos en la que había faltado el peluquero. Se ofreció voluntario (con 16 años) y algo hizo clic en su cabeza: esto podía funcionar. Se mudó a París sin contactos ni planes. Se ofreció en mil agencias como ayudante y consiguió que una le representara. Hizo pequeños trabajos hasta que un día el destino quiso que Vogue, por cambio de calendario, se quedara sin sus peluqueros habituales. Alguien le llamó y el trabajo que hizoterminó siendo portada. Durante diez años estuvo practicando en su casa sin sentirse suficientemente preparado, pese a que no dejaba de trabajar en producciones y en desfiles. Su primer backstage fue en 1997, con Alexander McQueen. De ahí en adelante se sucedieron Givenchy, Galliano, Gaultier, Albaz, Ricci, Kenzo, Jeremy Scott y más. 30 años de profesión avalan su calidad, que se puede apreciar en las mejores revistas del mundo.
Sus signos de identidad: Siempre busca sorprender y lo consigue. Usa diferentes materiales que mezcla en el pelo para conseguir efectos y volúmenes increíbles. Madera, pintura en spray, ramas, follaje, metal, papel, lana, no hay límites a su creatividad, de auténtico artesano.
Un hito: Su trabajo ha sido muchas veces premiado y expuesto hasta en el Museo Louvre de París.
Seven gurus of beauty in the digital age
Por Mamen Infante Harper’s Bazaar España
What Nicolas Jurnjack does: He is the wizard of brushes, nobody styles like him. He is a true artist with hair.
How he got there: At age 16 he left school with no vocation in sight and began working as an apprentice hairdresser, at first it held zero attraction for him, but it became a profession that would change his life. It happened one day in a salon near the beach in Marseilles, France, a fashion magazine team entered the hair salon asking for help on a photo shoot, the booked hairstylist had failed to show up. He volunteered (aged 16) and something clicked in his head: this could work. He moved to Paris without contacts or plans. He visited a thousand agencies and got one to represent him. He did little work until one day fate brought him Vogue, due to a shooting schedule change and none of the usual hairdressers were available. Someone called him and the work he did ended up being recognized. For ten years he was practicing at home without feeling sufficiently prepared, although he did not stop working in productions and at runway shows. His first big show was in 1997, with Alexander McQueen. Thereafter Givenchy, Galliano, Gaultier, Albaz, Ricci, Kenzo, Jeremy Scott and more followed. His 30 years in theprofession is an endorsement of the quality and level of his work, which can be seen in the best magazines in the world.
His signature: There are no limits to his creativity, he is an authentic craftsman. He seeks to surprise and he achieves it. He sometimes uses different materials to to achieve incredible effects and volumes such as wood, spray paint, branches, foliage, metal, paper, wool.
Milestones: His work has won many awards and was exhibited at the Louvre Museum in Paris.